Las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia tienen dos grandes ejes que en orden de prioridad son el narcotráfico y Venezuela. En cuanto al narcotráfico, Colombia está presionada a mostrar resultados ya que tanto los estudios de la Oficina de Drogas de Estados Unidos como de la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas muestran un importante crecimiento en los cultivos ilícitos. En respuesta a este crecimiento, el gobierno colombiano ha propuesto reiniciar la fumigación aérea de cultivos ilícitos usando glifosato, posiblemente por medio de drones; una iniciativa que aún no comienza y se espera tenga un fuerte rechazo en las zonas de cultivo. La prioridad de Duque será mostrar avances en la lucha contra el narcotráfico (interdicción, fumigación y lucha contra los grupos criminales) antes de su reunión bilateral con el presidente Trump, programada para el 2 de diciembre en Colombia. En la reunión que los dos líderes sostuvieron en las Naciones Unidas en septiembre, Duque y Trump estuvieron de acuerdo en que el camino indicado es unapolítica anti-drogas más fuerte como la promovida por el actual Gobierno de Colombia – que incluye la fumigación y la prohibición de la dósis personal de drogas como la marijuana. Venezuela ocupa el segundo lugar en las prioridades ya que Trump y algunos de sus aliados en el congreso han expresado su deseo de intervenir fuertemente en Venezuela. La propuesta ha tenido eco en algunos sectores políticos Colombianos cercanos a Duque, incluso por el recien nombrado embajador en EEUU Francisco Santos, sin embargo el presidente ha insistido en que la unica solución viable para Venezuela es diplomática y regional. El creciente número de migrantes venezolanos en Colombia, en parte resultado de las políticas de Ecuador y Perú en restringir su paso, ha sumido a Colombia en la más grave crisis migratoria de su historia.
Pronóstico:
Existe una gran posibilidad de que Trump y el partido republicano pierdan sus mayorías en las elecciones legislativas del 6 de noviembre, por lo cual su ánimo estará aun más irritable y tendrá la necesidad de mostrar fortaleza en el escenario global para contrarestar un revés en su popularidad doméstica. Trump podría incluso escalar su retórica en contra de Venezuela para mejorar sus perspectivas electorales. Por tanto, no sería de extrañar que en este escenario Trump cancele la visita a Colombia programada para diciembre. Es probable que la paciencia de Trump con respecto a Venezuela disminuya a medida que la situación política y económica de ese país continúe deteriorándose. Una victoria electoral de Jair Bolsonaro en Brasil podría generar mayores ánimos regionales para intervenir en Venezuela y mayor presión para obligar a Maduro a renunciar a su cargo. Del mismo modo, Estados Unidos reconoce que Duque apenas comienza su mandato, por lo cual no exigirá resultados inmediatos en cuanto a los cultivos, pero si espera ver cambios en las políticas de lucha contra el narcotráfico por parte de Duque en los próximos seis meses.
